miércoles, 30 de septiembre de 2009

Los estudios CEA, de Parque de Diversiones de la Ciudad Lineal a Estudios de Cine - 1ª Parte

Los equipamientos culturales y recreativos en la Ciudad Lineal

En 1902 se constituyó la Sociedad de Espectáculos de Ciudad Lineal que en el transcurso de los siguientes años construiría un gran centro social denominado Parque de Diversiones.

Los equipamientos se realizarían en la manzana 89 de la Ciudad Lineal entre las carreteras de Aragón y Hortaleza, en el actual cruce de la calle Arturo Soria con la avenida de América.

La situación era en el número 12 del plano anterior.

El proyecto consistió en la creación de un gran Teatro, Frontón (posteriormente dedicado a espectáculos de lucha greco-romana, cine al aire libre y teatro), Salón-Restaurante y Parque de atracciones.

Vista general del Parque de Diversiones

En el año 1909 la CMU hizo una ampliación de las instalaciones, en la parte posterior de la calle principal junto al frontón.

Entrada principal al recinto con la vista de la fachada del Teatro

Finalizada la ampliación en 1911, el Parque de Diversiones tuvo su mayor esplendor y apogeo. Así se ponen en funcionamiento nuevas atracciones como: la montaña china (tobogán); tiro de pistola y carabina; el African-Dip o pim, pam,pum acutático humano (espectáculo cómico con tiro a un negro); dos pistas de bolos americanos; billar; pista de patines y gimnasio con cuadrilátero para lucha greco-romana.

La máquina voladora vista desde la calle Arturo Soria

El teatro de invierno se transformaba en casino o salón para conferencias, con decoración de jardín, plantas de lujo e iluminación especial, colocando en los palcos mesas para refrescos y bebidas.

La CMU arrendaba tanto el teatro, como el restaurante, exigiendo en contrato los servicios que debían de ofrecer el adjudicatario. Eran tan detallistas, que la CMU marcaba hasta el vestuario que debían de utilizar los camareros.

 
Interior del bar del Parque de diversiones y detalle de la decoración del mismo.

El restaurante tenía 20 metros de largo, por 12 de ancho y 12 de altura. Contaba con un salón central y comedores independientes. Estaba decorado con lienzos al óleo, destacando el cuadro “La Caza”, de Regidor. El techo era de cristal y abatible para combatir el calor en verano. Las mesas del exterior tenían lámparas y jarrones de flores.


Salón principal del restaurante y público en el exterior del mismo.


Aspecto del recinto del Teatro, Frontón y Bar, momentos antes de empezar el Festival infantil el día 14 de junio de 1907. A la derecha se puede observar “la maquinilla”, el tranvía de la Ciudad Lineal.

Con la reforma de 1909 se levantó un nuevo escenario (el anterior era solo para varietés y estaba cerca de la pared principal). Fue preparado para varietés, zarzuelas, óperas, luchas greco-romanas y más. Sus dimensiones eran: 11 metros de embocadura, 5 de fondo y un proscenio de 5,75 por 13 metros, construido sobre armazón de hierro, fabricado en los talleres de Munar y Guitart. La decoración de la embocadura, hecha de escayola, corrió a cargo del escultor Enrique Carrera, rematada en su parte superior con un grupo escultórico y jarrones en sus laterales.

 
 
Tres tomas en diferentes años del teatro montado al aire libre en el Frontón o Kursaal, en las que podemos ver las diversas embocaduras. La última nos muestra una exposición avícola, también instalada en el frontón.


El Kursaal, o frontón, contaba con 6 filas dobles de sillas en la cancha de frente al escenario, y seis filas sencillas laterales. Las sillas eran de madera y hierro importadas de Alemania. Tenía cuatro filas de butacas de rejilla, con 68 asientos por fila, en todo el frontal bajo, y en el ala derecha de la cancha había un gran paseo para los espectadores sin asiento. A la izquierda se situaban los asientos del bar, con mesas y sillas para ver el espectáculo tomando algo. Al fondo estaba la gran gradería, ocupando todo el largo del frontón con capacidad para 553 personas, siendo estas las más baratas. Las localidades de lujo estaban en los dos pisos de palco, el primero con 19 palcos con 6 asientos cada uno y un palco corrido para 100 personas y asientos independientes. En el segundo piso, que era la azotea, tenía 9 palcos con sillas y mesas, separados por biombos, adornados con plantas y alumbrados con farolillos. Los palcos contaban con acceso directo al restaurante por medio de un montacargas para dar el servicio de bebidas y comidas.

Llegada al Parque de la Ciudad Lineal de los autobuses que hacían el recorrido desde la Puerta del Sol.

El aforo total del Kursaal era de más de 3.600 espectadores, aunque según constaba en la licencia de arrendamiento eran de 2.556. Tenia iluminación nocturna mediante focos de arco voltaico. Las dimensiones de la cancha eran de 58 metros por 10, con una contracancha de 6 metros.

Aspecto general del Frontón de la Ciudad Lineal durante un combate de lucha greco-romana.


La calle Arturo Soria con la entrada al Parque de Diversiones a la derecha de la imagen (1907).

Vista desde el mismo lugar en 1957.

Hasta aquí este breve resumen de lo que fue el Parque de Diversiones de la Ciudad Lineal, que nos servirá de introducción para los próximos capítulos de los Estudios Cinematográficos CEA.

La transformación en estudios CEA se hace realidad en octubre de 1933

Autor: Angel Caldito.
En este blog también colaboran: José Manuel Seseña y Ricardo Márquez.

Fuentes: Filmoteca Española, BNE, AGA, Archivo Regional de Madrid.


Artículos anteriores sobre la CEA:
Estudios CEA ( Cinematografía Española Americana) de la Ciudad Lineal (I).
Estudios CEA (Cinematografíca Española Americana) de la Ciudad Lineal (II).


sábado, 26 de septiembre de 2009

La quinta de Vista Alegre, Carabanchel Bajo, Madrid


Vamos a ver hoy lo que hemos podido encontrar sobre la finca o quinta de Vista Alegre, que está situada en el barrio de Carabanchel Bajo de Madrid.


En el Catastro del Marqués de la Ensenada, realizado en el año 1750, se dice que tanto Carabanchel Bajo, como Carabanchel Alto, son Realengos, bajo la jurisdicción de Madrid, por tanto tenían tierras comunes a disposición de su población: “prados, cañadas, arroyos y barrancos”. Se mencionan grandes fincas, como la del Conde de Miranda, sita en Carabanchel Alto, y la de don Manuel Dávila. Asimismo, y aunque alejado de nuestro estudio, se cita la Huerta de Aluche, con 22 fanegas, que se “riega de pie” (con agua de fuente o manantial), siendo su producción excelente y casi en exclusiva para Madrid.

En el libro de Tomás López, titulado Geografía histórica de España (1788), se cita de nuevo la finca del Conde de Miranda y la de D. Pedro Navarro en Carabanchel Alto. Mientras que en Carabanchel bajo reseña dos fincas, la del Marqués de Mortara y la de la Marquesa de Villena, que tenía casa con jardín y lavadero dentro el pueblo.


Cuadro de Juan Mieg. Carabanchel Bajo - 1818. Fuente: Tu revista Carabanchel

Era fundamental para el asentamiento de estas fincas la abundancia de agua, y como pasará en otros pueblos aledaños a Madrid, las clases más pudientes compraban las tierras para hacer sus quintas de recreo, siendo en un principio la nobleza, pero comenzando el siglo XIX la burguesía, una nueva clase social incipiente en aquellos días, comenzó a adquirir tierras también.

Pero empecemos con el verdadero motivo de este artículo: Vista Alegre. La primera noticia que encontramos es del 24 de abril de 1825, y dice así:

“Habiéndose dignado S.M. conceder su Real permiso para abrir la casa de baños titulada Vista alegre, situada en Carabanchel de abajo, con fonda, villar, jardín, huerta y varias habitaciones, se abrirá el día 28 de corriente mes.

Las habitaciones que se hallan decentemente amuebladas, se alquilarán a precios equitativos y se dará en ellas una esmerada asistencia.

El jardín y huerta estarán constantemente abiertos para el recreo y desahogo de las personas que concurran a dicha casa.

Los baños estarán provistos de aguas abundantes y corrientes, y surtidos de la ropa necesaria.

En la fonda habrá comidas de varios precios; y avisando con anticipación se prepararán las que se encarguen.

El villar estará abierto a las horas de costumbre, y en el elevado mirador llamado Belvedere habrá nigrocosmo, cosmoramas, anteojos y varías máquinas de óptica, que podrán contribuir al útil y honesto recreo de los concurrentes.

Finalmente, habrá tambien una diligencia de Madrid a Vista alegre, y viceversa, que hará diferentes viages y a horas determinadas que se anunciarán con arreglo a las estaciones.

Por ahora se situará esta en la plazuela que hay frente a la Real fábrica de Martínez junto al Prado, y las horas de salida serán: de Madrid a las ocho de la mañana y a las cuatro de la tarde, y de Vista alegre a las once de la mañana y a las siete de la tarde. ...... (SIC)”


Una fotografía de las fuentes que había en la finca.

Por tanto Vista Alegre fue inaugurado el 28 de Abril de 1825. Sobre su propietario, o propietarios, hemos encontrado dos teorías, la primera es que era propiedad de Martínez, dueño también de la fábrica de plata mencionada en el texto anterior. Una segunda habla de que eran varios los propietarios. Otra posibilidad es que fuera propiedad del Ayuntamiento, dado el carácter de realengo. efectivamente la dueña era doña Josefa Martinez, que lo era tambien de la Plateria Martinez del Paseo del Prado. La apertura fue en 1824 (posiblemente se hizo antes de tener la autorización o licencia oficial) - Fuente Arancetano -.

En la hemeroteca encontramos numerosas referencias sobre Vista Alegre, así en Julio de 1925 se informa que los baños habían sido visitados por los reyes y que el horario de los mismos era de 5 de la mañana a 11 de la noche. El 23 de octubre de ese mismo año se anunciaba una fiesta de esta forma:

“juegos de pato, de la flecha, de la bala, de los equilibrios, a los bolos, bolas y volantes de varias clases, todos ellos por la mañana; menú al medio día, y por la tarde: música militar varias composiciones escogidas: se hará la pantomima del papa moscas, y en su intermedio se bailará el wals figurado, llamado el portuesino: también se hará el molinere con varias suertes, y entre ellas la muy vistosa de las banderas. Se elevará un globo aerostático con paracaídas, y una figura en forma de Apolo tocando la lira, que a cierta altura se desprenderá del globo y se la verá bajar muy despacio, manifestando la utilidad de tan preciosa invención. En seguida se presentará por primera vez a bailar la cachucha una señorita aficionada, y se procederá al sorteo de unos canastillos de frutas y ramilletes de dulces guarnecidos con flores, que se darán a los concurrentes a la función que la suerte designe: a este fin se dará gratis a la entrada al entregar el billete una tarjeta numerada, que servirá para la adjudicación de los premios, los cuales estarán expuestos a la vista del público. Se terminará la función con una bonita perspectiva de fuegos artificiales, entre los cuales habrá transformaciones representado el sol, su eclipse y la estrella del norte, ocultándose al fin con un hermoso nevado de fuegos que llenará todo el teatro, figurando la caída del telón (SIC)”

Todas estas atracciones que menciona el periódico eran repetidas en cada fiesta que hacían, en especial los fuegos artificiales y el globo aerostático. Tal fue el éxito que hasta en invierno permanecía abierta la quinta y era el lugar de veraneo, aunque corto, para los vecinos de la capital.


Los reyes asistían con frecuencia, así hay constancia de su presencia en Mayo de 1826 y Octubre de 1829; e incluso la celebración por el embarazo de la reina en Mayo de 1830, o la celebración de las onomásticas del rey en 1830 y 1831. También se aumentaron en gran número los servicios de diligencias, desde la calle Carretas y desde la carrera de San Jerónimo, tardando en el trayecto aproximadamente una hora.

Por otra parte las instalaciones recreativas se iban ampliando y mejorando, como podemos leer en la siguiente noticia de primeros de Abril de 1830: “Para amenizar y variar en lo posible la diversión de los concurrentes a dicho establecimiento se ha enriquecido el belvedere ó gabinete de física recreativa con cuatro hermosas vistas tomadas de los puntos mas interesantes de Madrid, Cádiz, Valencia y Barcelona. En el jardín se han colocado el nuevo balón de señoras, el columpio del charco o de chasco, compuesto de dos movimientos, y el ruso o de vuelta entera, en el que se elevan los jugadores a 30 pies de altura, no solo sin la menor incomodidad, sino con sensación agradable, siendo este ejercicio en el sentir de muy acreditados profesores sumamente favorable a la salud, y con particular en el bello sexo. (SIC)”

Otro hecho significativo que encontramos en la prensa es que en el año 1830 se anunciaban en venta unas 40 casas en Carabanchel Bajo, mientras que en los años precedentes a la apertura de Vista Alegre y la presencia de los reyes apenas contamos 3 anuncios por año.

Sumemos también la comedia de Ventura de la Vega, de 1831, titulada “El gastrónomo sin dinero o un día en Vista Alegre”, cuyo primera escena decía así: “... hombres y mugeres de Madrid esparcidos por el jardín y ocupados en diferentes cosas: unos tirando al blanco; otros paseándose; otros probando las fuerzas en la máquina; otros entrando y saliendo del belbedere; otros apeándose en algun coche o calesin, entran en la fonda. (SIC)”. Esto nos da una idea de la importancia que tenía Vista Alegre. Por cierto, la obra estuvo en cartel durante 6 años.

Debió de ser en el invierno de 1831-32 cuando la posesión pasó a denominarse real, es decir, paso a formar parte de la Casa Real, llamándose Real Posesión de Vista Alegre. Según las fuentes que hemos consultado fue un regalo del Ayuntamiento a la Casa Real, lo que parece confirmar su carácter de realengo, aunque según otras [1] fue una compra personal de la reina María Cristina al coronel Pablo Cabrero, no pasando a Patrimonio Nacional hasta 1846. No obstante hemos encontrado una curiosa noticia, fechada en Agosto de 1832, en la que salía a concurso el riego de los árboles de la carretera de Carabanchel a Madrid mediante cubas, mencionándose Real Posesión y al corregidor de la Villa, aunque esto tampoco es concluyente, pues pudiera ser que el consistorio corriera con estos gastos.

La reina Maria Cristina pasó mucho tiempo entre 1833 y 1840 en Vista Alegre. Hacía 1840 se inició la construcción del llamado Palacio Nuevo, la ría navegable y los jardines de tipo geométrico, pero María Cristina se tuvo que exiliar a Francia y no regresó hasta 1844. En 1846 María Cristina cedió la propiedad a sus hijas Isabel II y la infanta María Luisa Fernanda, debido a su mala situación económica y para que el Patrimonio Real sufragara los gastos [1] .


Pascual Madoz, en su libro editado en 1849, nos describe varias quintas en Carabanchel Alto, como las de: José Gargollo, Marqués de Remisa, José Nieva, Manuel Mateu, Francisco Narváez (Conde de Yúmuri) y la de la condesa de Montijo, que era la anteriormente citada del marqués de Miranda y la más importante de Carabanchel Alto.

De Carabanchel Bajo nos dice que había muchas casas de campo, algunas con huerta y jardín en el propio casco urbano, perteneciente a la burguesía, como las de Jaime Ceriola, Manuel González Bravo, José Filiberto Portillo, Buenos Aires de la familia Nágera, .....

Sobre la quinta de Vista Alegre dice que tenía 4 puertas, una de ellas de hierro y las otras de madera, daban paso a las 400 fanegas de las que se componía la posesión. La finca era la primera que se encontraba a la izquierda según se accedía a Carabanchel Bajo desde Madrid. Tenía muchos árboles: 2 olivares; 4 fanegas de parras, naranjos plantados en círculo con pajarera en su centro, columpios, laberintos, ...

De las cuatro norias las más conocidas eran la del Oratorio y Alfarfa, por sus aguas abundantes y la del Olivar, situada en una alta loma desde la que se divisaba Madrid, Getafe, Leganés, Villaverde, etc.

Tenía 4 fuentes, 2 de ellas secas en aquellas fechas, y destaca el autor una de tres piezas de mármol, con figuras de conchas, hércules, galápagos,.... Poseía 2 invernaderos enanos, es decir, que necesitaban tener siempre un calor entre los 25 y 30 grados, y otros 3 invernaderos normales, destacando el que estaba junto al palacio, que disponía hasta de un templete circular con los bustos de Fernando VII y Maria Cristina y un velador de piedra.


Una de las fuentes públicas que estaba en el muro de una de las fincas. Creemos que es la de Vista Alegre, a falta de una confirmación fehaciente.

Una cascada era el nacimiento de un canal de 587 metros de longitud por 2,5 metros de profundidad, y un gran lago artificial de 218 metros de perímetro con una especie de isla como embarcadero. Otra cascada era el final de esta ría artificial. Allí se encontraba la casa del embarcadero con capacidad para dos barcas. Tenía 3 puertas, dos de ellas simuladas, y 4 estatuas de medio cuerpo en su fachada.

Había una faisanera, un palomar, varios recintos acondicionados para pavos reales y casa para gusanos de seda. Para el servicio disponía de una casa para el portero, otra para el jardinero mayor y otra para el administrador, así como una casa para recoger los columpios.

Dentro de la quinta se encontraban las siguientes casas-palacio:

Palacio de Vista Alegre.
Esta era la principal casa de la posesión. Delante de la puerta principal había una gran plaza flanqueada con 10 estatuas de mármol. Tenía 37 habitáculos, a saber:

1.- Entrada con una barandilla de bronce dorada al fuego coronada por un busto de mármol de Minerva que era el complemento que ensalzaba la gran escalera.
2.- Habitación donde se hallaban 243 cuadros chinos junto a una cómoda.
3.- Habitación con 24 cuadros bordados en seda sobre don Quijote y en su centro una romana con silla para pesar a personas.
4.- Habitación. Tenía 71 cuadros, un velador de bronce y 2 relojes.
5.- A continuación se encontraba el salón de baile, con 3 grandes lámparas-arañas y 2 pequeñas, estaba magníficamente pintado y sus medidas eran de 43 por 17 metros,
6.- Otra habitación sin nada que reseñar,
7.- Habitación con 413 cuadros, 28 sillas, 4 rinconeras, 2 veladores, una gran mesa haciendo juego con las sillas y piano de cola.
8.- Habitación que tenía lienzos pintados y una mesa de litografía.
9.- Habitación con velador de bronce y escena de coches tirados por caballos sobre tablero de mosaico, más 10 cuadros de países.
10.- Habitación en cuyo centro había una urna de cristal, con varios instrumentos de música y 10 cuadros, entre los que se encuentra el de la enfermedad de Fernando VII, cuyo autor es Federico Madrazo.


11.- Habitación con 12 cuadros, entre los que destacaba el acto de la prisión de Nuestro Señor Jesucristo.
12.- Habitación que contenía 8 cuadros de la familia real, un velador de madera de la china, sillas góticas de juncos y reloj que representaba la fachada de la iglesia de Nuestra Señora de Paris. Anexo estaba una bañera circular con pinturas arabescas y 4 estatuas de mármol.
13.- Retrete con 11 cuadros, entre los que sobresalía uno de Sta. Águeda.
14.- Habitación que tenía 5 cuadros, entre ellos de La fecundidad (copia del de Ticiano), y el guerrero Javier Mina.


15.- Habitación con 9 cuadros, el más notable el juramento de Catalina de Aragón, de Medina.
16.- Habitación con 2 mesas redondas de jaspe y 3 cuadros.
17.- Habitación en la que su centro había una urna con un búho disecado y 11 cuadros.
18.- Habitación con 6 cuadros sobre montañas y un piano vertical.
19.- Recibidor al que va a desembocar la escalera en el que había una maravillosa estatua de bronce.
20.- Ya en el piso superior, habitación con varios cuadros, butaca con brazos y pies de bronce, bordada en oro con motivos de armas de Castilla y tocador.
21.- Habitación con varios cuadros y sillas.
22.- Habitación en al que había una urna de cristal con faisanes blancos y 19 cuadros.
23.- Habitación con varias aves disecadas de diversos continentes.
24.- Habitación que tenía 20 cuadros sobre la familia real y enmarcados con bronce dorado al fuego.
25.- Habitación con cuadros y adornos de poco valor artístico.
26.- Habitación en la que estaba una maqueta en madera del Palacio Real.
27.- Habitación muy ancha con muchos adornos.
28.- Habitación, nada que mencionar.
29.- Habitación con varios cuadros, entre los que destaca uno de mosaico, 2 cestas de marfil labradas. 4 afiligranadas, velador con 31 copas de coco negro con pie de plata.
30.- Habitación con varias sillas y cuadros, y una gran mesa de china con 3 grandes bolas de marfil.
31.- Habitación con decoración turca.
32.- Habitación que tenía una gran copa de alabastro en el centro, elaborada por Graudis.
33.- Habitación con sofás y sillas tapizadas en rojo; 2 espejos, 2 relojes y 3 mesas fabricadas en nácar.
34.- Habitación idéntica a la anterior.
35.- Habitación que tenía sillas y mesa.
36.- Habitación con muchos adornos.
37.- Habitación con varios cuadros, sillas, floreros y un velador central con una escribanía de corcho y 25 sellos, labrada por Félix Carrero.
38.- Habitación con un velador, un piano, sillas, y 7 grandes cuadros con los retratos de la familia de la reina María Cristina.
39.- Habitación en la que había varios cuadros y sillas, y un velador.
40.- Retrete, junto a otra escalera de bronce.
41.- Ya en el segundo piso, gabinete con varios instrumentos y juegos de manos, cuyo techo estaba pintado por Ribelles, Carderara, José Madrazo, Federico Madrazo, Anselmo Alonso, Burguini, Tejeo, Ribera, Vicente López y Blanchar.

Casa de Navarro.
Tenía 11 habitaciones, 2 de ellas sin amueblar, retrete inglés y oratorio. Este último tenía un cuadro de Nuestra Señora de los Desamparados, pintado por López, 4 urnas con reliquias, candelabros de plata y dorados, y varios cuadros más y un gran crucifijo.

La casa estaba coronada por un mirador desde el que se veía todo Carabanchel Bajo.

Palacio de Bella Vista.
La planta baja estaba dividida en 6 habitaciones en las que se almacenaban varias piedras de las fuentes, aves disecadas, y algún barco para la ría.

En la primera planta había 10 habitaciones, la mas singular de forma octogonal.

La segunda planta tenía 8 habitaciones. Destacaba una de ellas con un crucifijo y 6 candelabros de bronce, todo ello encajonado.

Palacio del duque de Rianzares.
Tenia 48 en el piso bajo y 18 en el superior. Una de ellas contenía una colección de cuadros con todos los castigos chinos, las demás bien adornadas con cuadros.

En definitiva, los cuadros totales de la finca de Vista Alegre aquí enumerados son 900 (los varios no están incluidos), y las habitaciones 161.

Hasta aquí el relato detallado de Madoz.

En abril de 1858 la finca se pone en venta, según podemos ver en el siguiente artículo:


Según parece el costo de mantenimiento era muy elevado, y las arcas de la corona no eran capaces de soportarlo.

La finca la compró José de Salamanca, a la postre marqués de Salamanca, quien todavía enriqueció más los jardines y mandó construir un palacio nuevo, pero como se suele decir: esto ya es otra historia.



Autor: Ricardo Márquez.
En este blog también colaboran: Angel Caldito y José Manuel Seseña.

Fuente: Biblioteca Nacional de España.

Notas:
 [1] Artículo de Eva J. Rodríguez Romero, en la revista Espacio Crif, titulado El jardín paisajista de Vista Alegre.


domingo, 20 de septiembre de 2009

Instalaciones ferroviarias madrileñas desaparecidas – Estación del Norte


Iniciamos hoy aquí en el blog una nueva serie de trabajos sobre las instalaciones ferroviarias desaparecidas en el término municipal de Madrid dando a conocer sus emplazamientos pero sin entrar en aspectos históricos pues hay suficientemente tratados en libros y revistas especializadas, e incluso en páginas webs.


Estación del Norte

Estación que tuvo siempre el nombre oficial de Madrid-Príncipe Pío aunque vulgarmente era llamada del Norte por ser la empresa ferroviaria Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España, abreviadamente Norte, la que tenía aquí la cabecera de sus líneas, manteniéndose esa denominación popular después del 1 de Febrero de 1.941 cuando entró a formar parte de la Renfe.

Año 1864. Fuente álbum de Nicolas.

El origen del nombre dado a la estación de Príncipe Pío viene del palacio de recreo que el Príncipe Pío de Saboya tenía en lo alto de la montaña de Príncipe Pío. En 1.860 se construyó en su lugar el Cuartel de la Montaña, tomado por el pueblo de Madrid en 1.936. Actualmente este sitio lo ocupa el Templo de Debod trasladado desde Egipto antes de ser anegado por las aguas del río Nilo represadas en Assuan.


Los destinos de la estación del Norte, todos desgajados del tronco de la línea principal Madrid-Irún, fueron a Castilla y León excepto Soria que era desde Atocha, Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, y la frontera de Francia por Irún, fueron traspasados a la de Chamartín cuando dejó de prestar servicio de largo recorrido. Esta estación desde siempre tuvo una clientela “mas selecta” que las de Atocha y Delicias, pues desde ella se iba a unos destinos recreativos de mar y sierra que no todo el mundo se podía permitir: La Coruña, Gijón, Santander, San Sebastián, El Escorial, Cercedilla..., ya que las playas mediterráneas no estaban de “moda”.


El paso a nivel de San Antonio de la Florida fue una pieza fundamental en el extraordinario sabor ferroviario de la estación. Ponía en comunicación el Paseo de Rosales y el Paseo de la Florida a través de la calle Francisco y Jacinto Alcántara. A él venían muchos niños a “ver pasar los trenes”, situándose generalmente en el lado Paseo de la Florida por su mayor visión de conjunto, dando origen, ya de mayores, a su afición ferroviaria. Tenía un molinillo metálico en ambas orillas por el lado estación que servía para cruzar las vías los peatones impacientes cuando las barreras del paso de vehículos estaban bajadas, cosa frecuente por las numerosas circulaciones existentes, unas de paso y otras en régimen de maniobras. Los chavales también usaban el molinillo para montarse sobre él y haciéndolo girar como un tiovivo, finalizando el carrusel cuando el encargado del paso a nivel les llamaba la atención. El paso a nivel fue objeto de diversos proyectos de sustitución, bien mediante paso elevado o bien mediante paso subterráneo, pero al encontrarse al pie de una pronunciada pendiente que dificultaban la construcción de los accesos, fue posponiéndose sine die la solución optándose al final por la mas traumática como fue la supresión sin construir alternativas al tráfico, solo un paso elevado peatonal.



Su playa de vías se iniciaba mas allá del citado paso a nivel donde estaba el depósito de locomotoras en el lado derecho sentido Irún. Al estar en la ladera de la montaña de Príncipe Pío estuvo muy constreñida. Sus límites fueron por la derecha el Paseo del Rey, por la izquierda el Paseo de la Florida y por la cabecera la Cuesta de San Vicente. Para servir de referencia, la calle Mozart arranca donde acababa la marquesina de largo recorrido y vía 1. Todos los trenes que partían salían directamente sin detenerse pero los que entraban raro era el que no se paraba ante el semáforo de entrada situado junto al depósito de locomotoras, para desesperación de los viajeros que estaban deseando concluir el viaje.



La zona dedicada de mercancías estaba dividida en dos y en medio de ellas la destinada a viajeros; la del lado derecho, correspondiente al Paseo del Rey, finalizaba en el túnel de vía única de la línea de Contorno, hoy para el sentido Atocha-Príncipe Pío, y la del lado izquierdo, correspondiente al Paseo de la Florida, tenía acceso el tranvía de la Bombilla situándose la aguja de enlace en el lado norte de la plaza creada en lo que antes era el patio de coches.


La zona de viajeros tenía dos partes, la de largo recorrido y la de cercanías. La de largo recorrido estaba cubierta bajo la doble marquesina, y constaba de siete vías y cuatro andenes, el principal y tres intermedios. La zona de cercanías estaba situada al final de la marquesina, entre la vía de largo recorrido principal, la 1, y la playa de vías de mercancías del lado San Antonio de la Florida; tenía tres vías, la contigua a la de largo recorrido con la que compartía andén era la de llegada, después la de destinos a la línea de Segovia (Hontanares, Segovia-El Espinar y Cercedilla), a continuación el andén, y finalmente la de destinos a la línea de Ávila (Ávila, La Cañada y El Escorial). Los servicios que terminaban en Villalba utilizaban indistintamente la de Segovia o la de Ávila.


Actualmente solo presta servicio ferroviario la parte dedicada antiguamente a mercancías del lado del Paseo del Rey pero reconvertida para el servicio de cercanías como estación PRÍNCIPE PÍO y aparcamiento de unidades eléctricas, habilitando un nuevo acceso para viajeros en el Paseo del Rey, inexistente anteriormente. El resto del edificio, una parte es centro comercial y otra se halla en proceso de rehabilitación para usos comerciales. El espacio que ocupaban las instalaciones para mercancías del lado del Paseo de la Florida, las antiguas vías de cercanías y la cabecera de las vías de largo recorrido, ha sido utilizado para la construcción de modernos edificios de viviendas.


Dos panorámicas de finales del XIX y de 1910.

La construcción del intercambiador de metro-cercanías de Príncipe Pío ha dado origen a un vaciado en profundidad en la zona de toperas donde está la estación del metro de las líneas 6 y 10 con cuatro vías y dos andenes que de derecha a izquierda tomando como referencia los antiguos topes son:

1ª L10 vía Fuencarral-Puerta del Sur.
Andén
2ª L6 Circular, vía 1, circulación contraria a las agujas del reloj.
3ª L6 Circular, vía 2, circulación siguiendo las agujas del reloj.
Andén
4ª L10 vía Puerta del Sur-Fuencarral.

El nuevo emplazamiento de la estación del metro Ramal Opera-Príncipe Pío (antes llamado Ramal Ópera-Norte) también ha suprimido algunas bocas de acceso, entre ellas la del patio de coches con el largo pasillo de intercomunicación que llegaba directamente a los cuatro andenes bajo la marquesina.



Asimismo se ha construido un segundo túnel en la antigua línea del Contorno utilizado para la vía Príncipe Pío-Atocha. Está situado a un nivel más bajo que el otro para poder discurrir por debajo del ramal de metro Ópera-Príncipe Pío. Antes de su entrada hay un puente metálico que cruza sobre las vías de la estación del metro L6 y L10.


Estación del Norte, año 1965. Fuente: http://www.30937.co.uk

Autor: José Manuel Seseña.
En este blog también colaboran: Angel Caldito y Ricardo Márquez.


Fuente fotos: Juanjo de Uranity.es.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Real Club Deportivo Carabanchel

Nos es grato presentaros el artículo que sobre el Real Club Deportivo Carabanchel nos ha cedido Juan Pedro Rodríguez Hernández – Profesor-tutor de Historia en la UNED.
----------------------
Allá donde antiguamente había una mina, en la actual calle Monseñor Óscar Romero, viene jugando cada domingo un equipo de fútbol símbolo distintivo del distrito: me refiero al Real Carabanchel. Su fundación, en 1916, hace que dentro de la Comunidad de Madrid tan solo le superen en edad el Real Madrid y el Atlético de Madrid.


Desde 1954-55, con altibajos, ha tenido como ubicación la tercera división, en la cual es un club histórico, y ha participado en la Copa del Rey en numerosas ocasiones. Incluso en la temporada 1966-67, como campeón se enfrentó al potente Badajoz por subir a segunda, pero les pasaron por encima los pacenses. Cada domingo las gradas se llenaban de aficionados para ver al Cara; sin embargo, paulatinamente se han ido vaciando.


Aun así, en las temporadas 1996-97 y 1997-98 llega a jugar en segunda B, pero vuelve a descender. Desde entonces se acumulan los descensos y los problemas económicos. En la actualidad el club carabanchelero milita en primera regional, lo cual es decepcionante para un Real Carabanchel centenario.


Conozcamos más sobre el equipo de La Mina. El uniforme titular es blanquinegro, y en su escudo encontramos la cruz de Santiago, como patrón de Carabanchel, y la corona real desde 1997, ya que desde ese año, por concesión de Juan Carlos I es “Real”.


En un club tan antiguo son muchas las anécdotas, como el penalti que paró Tony Leblanc al Cara en la Mina, los episodios de la serie Los Serrano grabados en la Mina y como sus protagonistas se enfrentan al Cara B, o el paso por el equipo de José Luis Cano de Gomaespuma. La cantera del Carabanchel ha surtido a otros equipos de jugadores y son muchos los jóvenes del distrito que han jugado en el equipo. Los principales rivales deportivos son los clubs vecinos Puerta Bonita y el Moscardó de Usera.


En la actualidad el equipo está jugando en el campo del Hogar, en la glorieta de Oporto, y en el de Las Cruces (frente a la antigua prisión) dado que La Mina, fruto de los fondos que llegan del Fondo Estatal de Inversión Local, está en obras, tanto en los graderíos como en el terreno, que por fin tendrá césped (artificial).

Durante la temporada 2009/2010 está prevista la reinauguración del campo de La Mina y la vuelta del club y su campo. Por ahora, recién arrancada la liga, hasta que no estén terminadas la obras, el Cara jugará las primeras jornadas en el campo del la Federación Madrileña de Fútbol Ernesto Cotorruelo en la vía Lusitana. Al ser de césped artificial, como La Mina, facilitará la adecuación de los jugadores a este tipo de terreno.

Durante años se solicitó que de nuevo se pusiese césped en La Mina; incluso un grupo de socios llegó a crea la Plataforma "Dejarnos que nos pongan... Verde..."

 
Tomas de la reforma del campo de la Mina.

Para ver la evolución de las obras del estadio puede pulsar aquí.

----------------

Para saber más: http://www.amigosdelcara.com/


Autor: Juan Pedro Rodríguez Hernández.

Colaboran también en Historias Matritenses: José Manuel Seseña, Ángel Caldito y Ricardo Márquez.

Fuentes:
BNE
http://www.rcdcarabanchel.es/