miércoles, 22 de julio de 2009

Viaje virtual en el tranvía C – Quinta Jornada



PLAZA DEL EMPERADOR CARLOS V
Inicio una nueva etapa recorriendo la Plaza del Emperador Carlos V. A la salida tengo a mi derecha el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía por reconversión del antiguo Hospital de San Carlos, imponente edificio hospitalario proyectado por Sabatini que causaba impresión en los pacientes por el tamaño de sus dependencias. Se cuenta que a partir de dejar de ser hospital, ocurrían por la noche fenómenos paranormales según decían los vigilantes nocturnos.




RONDA DE ATOCHA
Entro en la Ronda de Atocha, llamada en mi época del General Primo de Rivera, y tengo la primera decepción del día pues la zona de bulevar ha desaparecido ¡otra mas! Sigue a mi derecha la reciente ampliación del Museo, realizada para dar cabida a mas eventos.
Seguidamente la salida del túnel que se inició muy cerca del monumento del 11-M comentado en la jornada anterior.

A la izquierda primeramente el centro Salesiano y un poco mas allá el Circo Price, reubicado aquí tras muchos años sin circo estable en Madrid tras su desaparición de su emblemático emplazamiento en la Plaza del Rey.




RONDA DE VALENCIA
Sin darme cuenta estoy en la Ronda de Valencia, pues la Ronda de Atocha cambia de nombre en la confluencias de las calles de Valencia y Fray Luis de León. Haciendo esquina la Ronda de Valencia con su calle homónima está el centro cultural de La Casa Encendida. Observo que en la zona se han creado infraestructuras culturales antes inexistentes.




GLORIETA DE EMBAJADORES
Llego a la Glorieta de Embajadores, llamada por los castizos el Portillo. Según entro tengo a mi derecha la Casa de Baños haciendo esquina con Miguel Servet, actividad higiénica que todavía permanece aunque hoy con los cuartos de baño en cada casa ha perdido gran parte de las causas que lo motivaron, quedando su uso para personas con escaso poder adquisitivo.

Entre Miguel Servet y la calle de Embajadores se halla la Fábrica de Tabacos que en su época daba empleo a muchas mujeres. Yo al pasar por aquí recuerdo el intenso olor a tabaco que desprendían sus instalaciones. Hoy veo que está en proceso de reconversión en Sede del Centro Nacional de Artes Escénicas.
A partir de la calle Embajadores comienza una larga verja de hierro que aloja en su interior en la actualidad al Instituto de Enseñanza Cervantes, aunque en mi época era todavía la Facultad de Veterinaria.




RONDA DE TOLEDO
Salgo de la Glorieta de Embajadores por la Ronda de Toledo y también ha desaparecido el bulevar con sus frondosos árboles. Sigue teniendo a mi derecha la verja de rodea las instalaciones de la antigua facultad hasta casi llegar a la Ribera de Curtidores.

La “Gran Vía del Rastro” por llamarla de una forma cariñosa a la Ribera de Curtidores, veo que ha sido prolongada a costa de los numerosos puestos y almacenes que había entre la calle Mira el Sol y la Ronda de Toledo y entre ésta y el Paseo de las Acacias donde enlaza con el Paseo de la Esperanza dando así continuidad a un gran vial que se inicia en la Plaza de Cascorro y termina en el Paseo de Santa María de la Cabeza.

El Rastro, un gran mercado ambulante tradicional madrileño los domingos y festivos, ocupa varias calles adyacentes a la Ribera de Curtidores y en él, sin prisas y con paciencia, se puede encontrar aquello que uno anda buscando.

Llego a la Plaza Campillo Mundo Nuevo, un lugar que forma parte de las diversas calles confluyentes al Rastro, y que en los días de establecimiento me obligaba a ir con “cien ojos” con tanto viandante por la calzada, especializado de siempre en el intercambio de cromos y revistas además de las otras actividades habituales del gran zoco madrileño.

El entorno de la plaza ha sufrido una gran transformación, el subsuelo ha sido aprovechado para la construcción de un aparcamiento de residentes, el edificio del Mercado de Pescados cuya parte trasera da a ella ha sido transformado en un Mercado de Arte llamado Puerta de Toledo desapareciendo el olor, algunas veces nausebundo, que desprendían sus instalaciones. Enfrente, al otro lado de la Ronda, la fabríca de Gas que también desprendía olores algunas veces y que tenía una potentísima sirena que anunciaba los cambios de turno de trabajo, ha desaparecido y su espacio parcialmente convertido en los Jardines del Rastro, conserva la antigua chimenea como monumento de arqueología industrial, y el resto transformado en viviendas ¡como no!. Frente a sus instalaciones por el lado de la calle del Gasómetro, estaba el Campo del Gas, en el que numerosos equipos de fútbol modestos jugaban en la mañana del domingo sus partidos de competición; también era muy célebres las veladas nocturnas veraniegas de boxeo o de lucha libre, actividades hoy en franca regresión, que eran anunciadas en carteles que se pegaban en los numerosos “lugares de costumbre”.

Continúo por la Ronda de Toledo y un paso subterráneo se adentra en las entrañas para evitar la Puerta de Toledo saliendo por la Ronda de Segovia, zona que no forma parte de mi recorrido.




PUERTA DE TOLEDO
Finalizo la Ronda de Toledo entrando en la glorieta de la Puerta de Toledo, edificada en el siglo XIX en honor de Fernando VII. rodeada por jardines que hoy son inaccesibles para visitarla al pie pero que en mi época sí lo eran e incluso la rotonda de alrededor era mayor. Me cuentan que hasta los años 30 el paso de tranvías se realizaba por el arco central.

A mi derecha la gran explanada central delante de la puerta principal del antiguo Mercado de Pescados, hoy de Arte, que también es utilizada los días de Rastro para ampliación del mercadillo y en mi época para aparcamiento de camiones pescaderos que hacían difícilmente transitable el paso por la Puerta de Toledo.

Al otro lado de la glorieta, la Gran Vía de San Francisco de la que ya hablé en la primera jornada y que dio lugar su construcción a la desaparición prácticamente total del Barrio de la Ventosa, llegando incluso a decirse que el Parque de Bomberos que hace esquina también tendría que ser derribado. Los miembros de este Cuerpo realizan en la glorieta ejercicios demostrativos el día 15 de Agosto cuando tiene lugar el descuelgue del cuadro de la Virgen de la Paloma, su Patrona, en la cercana iglesia bajo su advocación.




CALLE DE TOLEDO
Salgo de la Puerta de Toledo por la calle de Toledo con un fuerte repecho y en la esquina con Capitán Salazar Martínez ya no está el restaurante tradicional “Casa Maxi”, lugar donde los camioneros del pescado “hacían por la vida”. El traslado del mercado a Mercamadrid fue la causa de su desaparición.
Superada la mayor inclinación de la calle de Toledo, está a la izquierda el acceso auxiliar a la Parroquia de la Virgen de la Paloma que accede por las inmediaciones de la sacristía. Estamos en uno de los mas castizos barrios madrileños y la iglesia ¡no digamos!.

Un poco mas allá, la Fuentecilla, ¡ahí es ná!. Una artística fuente coronada por un león situada en la confluencia de la calle de la Arganzuela.

Sigo subiendo la calle de Toledo y un poco antes de llegar a la calle López Silva el paso me trae a la memoria el inconfundible aroma que había a café recién molido procedente de un desaparecido establecimiento.

Finalizo la etapa llegando a San Millán, en la esquina con la Plaza de la Cebada, donde enlazo con el recorrido inicial.




La próxima jornada la dedicaré a hacer un recopilatorio de las cinco jornadas.

Cuarta Jornada (anterior).

Autor: José Manuel Seseña Molina
Colaboran también en el blog Historias Matritenses Ricardo Márquez y Ángel Caldito.
Fuentes de mapa y vídeos: Google Maps.

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